Acudo al cine con menos frecuencia de la que debiera, pero el pasado viernes en la sesión de las seis de la tarde...disfrute un montón; Medianoche en París de Woody Allen y aunque no me apasione especialmente un genio que no discuto, la razón de la elección fue tan sencilla, como la hora de proyección Acudir a las seis, me permitía salir pronto del cine y rematar la jornada con mis hijas.
Acudía con ganas y en los primeros planos, me mostraba un poco exceptíco, pero a medida que el argumento se desarrollaba, entre de pleno y me contagie de la fantasía e imaginación con ingenio que Woody Allen iba plasmando la pantalla.
El cine por cierto presentaba buena entrada, algo mas de cincuenta personas que para esta épocas, creo que no esta mal.
La sinopsis es fácil de contar, pero me negare a ello y me limitare a decir, que el casting fue bárbaro por la similitud de gestos y caracterización que consiguen con el gran Genio, Dalí, también pasan par allí, el cartelista Tolouse Latrec, Luis Buñuel, y un bravo toro como Ernest Hemingway. Personajes que dotan a la historia de esa desconexión de una realidad que cada vez que acudo al cine, le pido.
Woody y sus personajes consiguió trasladarme a unas épocas donde cualquiera con espíritu creativo se hubiera movido a gusto.
Película, sencilla, sin efectos, ni explosiones que solo te acaricia y cual sentimiento paternal, al final de la peli, te tapa con la mantita para que no cojas frió Me gusto Woody Allen, me gusto la película y me sigue gustando el CINE, con mayúsculas
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