domingo, 26 de febrero de 2012

Desde la fila tres del patio de butacas LA COHERENCIA David Barbero




-Me da la impresión de que hoy vas a caer en la tentación de ponerte solemne y doctrinal.
-Ya estás tú para librarme de esa tentación.
-Comencemos con el hecho objetivo. El viernes fui a ver, en el Teatro Serantes de Santurtzi, la obra titulada ‘La lechuga’, escrita por Cesar Sierra y dirigida por Rosita Nicolet.
-Los intérpretes son Gorka Aginagalde, Gurutze Beitia, Mari Cruz Melgosa, Galder Pérez y Gabriel Ocina.
-Son actores bastante habituales en la productora de espectáculos escénicos Glu Glu.
-Los actores, sí. El autor y la directora no.
-Ya puedes dar tu opinión, si es que la tienes.
-En realidad no tengo opinión. Nunca la tengo. Lo que deseaba decir, al aludir a la coherencia, es lo siguiente: Entendí que el texto tiene un planteamiento dramático, mientras que la puesta en escena y la interpretación va por lo cómico.
-En algunos momentos, a comicidad es exagerada, llevada hasta el extremo.
-En el texto, también a veces, el drama es llevado hasta el sentimentalismo.
-¿Y?
-Me pareció que son dos caminos paralelos. A veces, las líneas se tocan y se producen algunas chispas.
-¿He estado solemne y doctrinal?
-También existe la teoría de que los dramas con una sonrisa entran mejor.
-¡No te digo nada con una carcajada!

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